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NO PUEDO SALIR DE CASA, ¿QUÉ DEBO HACER?

En estos días donde parece ser que todos hemos salido de casa en masa, muchos son los que se quedan porque tienen miedo.

Existe miedo a salir, a contagiarse. Al menos estos son los miedos que identificamos, pero existen muchos otros.

Estudios recientes de la Complutense de Madrid avistan resultados un tanto curiosos y es que “a mayor edad menor miedo a salir a la calle”.

Parece ser que esta crisis ha impactado más a la gente más joven, ya que sus proyectos futuros se han visto truncados.

Podemos trabajar por nosotros mismos los siguientes puntos, pero si vemos que no nos podemos hacer con ellos deberemos pedir ayuda psicológica.

Una primera cosa a hacer es aceptar que existe un miedo y no tener vergüenza del mismo. Es muy comprensible que ante esta situación tengamos miedo. Es una situación que nunca antes había pasado, crea una mayor incertidumbre y no podemos ejercer un pleno control sobre la misma.

Hemos de aceptar que es una situación que nos ha puesto límites y eso quiere decir que deberemos adaptarnos a ella, así que hemos de pensar en cómo hacerlo, no centrarnos en negar la situación o estar anclados en nuestros sentimientos de rabia e impotencia.

El miedo a la enfermedad está ahí y creemos que nos han de hacer las pruebas para saber si estamos enfermos o no, pero lo importante es preguntarse si tengo síntomas y si no los tengo, no debo temer a algo que aun está por llegar.

 Para que no llegue debo tomar las medidas de precaución que está tomando el resto de la sociedad. Todos estamos por igual en este punto.

El miedo a salir debe abordarse fijando unos claros objetivos. Preguntarse qué me aporta salir a la calle. Aquí trabajaremos la motivación y los beneficios que aporta el salir.

Algo también muy importante será trabajar la tolerancia a la incertidumbre y aquí es cuando deberemos identificar pensamientos erróneos y promover mecanismos de resolución de problemas.

Todos los miedos se pueden trabajar, sólo hace falta que te pongas a ello.

 

 

 

MALESTARES EMOCIONALES EN NIÑOS PEQUEÑOS DURANTE EL COVID19

La situación actual causa y causará cierto malestar emocional tanto en niños como adultos.

Aunque cierto es que los niños tienen más estrategias para afrontarse a situaciones de riesgo que los adultos primeramente porque no existe un razonamiento y eso les hace ser más espontáneos, también a la larga sentirán cierto malestar emocional.

 

Estos malestares emocionales se traducen en miedo y ansiedad, rabia e irritabilidad y duelos.

El duelo es la pérdida de alguien o algo. Puede estar presente en muchos aspectos:

  • No poder ir a la escuela.
  • No poder estar con los amigos o con los abuelos.
  • Ruptura de las rutinas que ya estaban establecidas.
  • Pérdida del sentimiento de libertad si no se puede salir a la calle o en ciertos momentos.
  • Adaptación a las nuevas rutinas (más contacto con hermanos y padres, mayor estrés y preocupación de los adultos).

Hay que pensar que a veces los niños sienten tristeza, pero no la saben expresar y ésta se traduce en rabia. Es cuando decimos que están muy nerviosos, rabiosos e insoportables.

 

Para trabajar con ellos este tipo de duelos primero deberemos explicarles que esta situación actual nos hará pasar por diversas fases emocionales:

  1. Sin reacción emocional. No nos creemos lo que está pasando.
  2. Rabia por la situación de impotencia. No podemos hacer lo que queremos.
  3. Tristeza. Me siento mal por no poder hacer lo que quiero ni ver a quién quiero. Puede que eta fase no tengan ganas de hacer nada.
  4. Incógnitas sobre lo que va a pasar. Probable miedo hacia las cosas.
  5. Fase de liberación y postivismo. Todo vuelve a la normalidad.

Es importante ubicar al niño en una de estas fases y explicarle que es muy normal que sienta esa emoción. No hay emociones buenas o malas, pero si hay emociones de las que aprender.

Es importante preparar al niño para situaciones futuras como por ejemplo la nueva incorporación al colegio puede levar algunos cambios que deberá asimilar.

 

En cualquier caso, lo importante es adaptar las emociones a las posibilidades positivas que nos ofrecen los cambios.

 

Respecto a los padres es importante no fijarse continuamente en lo que creemos que está mal, puesto que es normal creer equivocarse en una situación de estrés emocional.

Es importante que sepamos repartir nuestra energía física y emocional. Intentar atender trabajo y niños al mismo tiempo es del todo imposible. Deberemos establecer estrategias. Un ejemplo sería premiar el tiempo que pasan solos jugando o desarrollando una tarea, para luego poderlos atender de forma plena solo a ellos, no combinando ambas cosas.

Proponer nuevas alternativas de ocio ayudarán en la adaptación a la nueva situación y crear rituales de despedida como por ejemplo pasar por el colegio y despedirnos de él hasta nuevo aviso harán que sean conscientes de las cosas.

Hay que poner límites sin pasarse y crear nuevas reacciones antes situaciones que nos colapsen. Si siempre te enfadas por algo…prueba a reírte esta vez. Si cambias tu reacción, cambiarás la del niño.

 

 

LAS ADICCIONES

Las adicciones se mantienen incluso en épocas como la que estamos viviendo. No obstante, muchas adicciones se cambian por otras cuando no se pueden llevar a cabo.

Debido a la situación de pandemia ha aumentado el consumo de alcohol y las benzodiacepinas, al igual que el cannabis y el de cocaína ha disminuido debido a dos factores: coste y acceso a la misma.

La patología al juego es otra adicción que va ganando terreno y más en época de crisis. Su fácil acceso la hace más fuerte día tras día.

Las sustancias más consumidas por orden son:

  • Alcohol
  • Tabaco
  • Benzodiacepinas
  • Cannabis
  • Cocaina
  • Éxtasis

Existen dos tipos de adicciones diferenciadas:

  • Drogodependencias (consumo de drogas)
  • Dependencias sin sustancia (juego, compras, sexo, videojuegos, atracón y deporte)

 

Ambas cumplen varias características:

  • Tienen una alta tolerancia.
  • Síndrome de abstinencia.
  • Generan consecuencias negativas en la vida.
  • Causan una pérdida del control sobre las mismas.

La diferencia entre las mismas será el objetivo de la intervención.

En el caso de las drogodependencias el objetivo primordial se centrará en  que la persona no consuma y en el caso de las dependencias sin sustancia el objetivo se centrará (salvo en la ludopatía) en el consumo controlado.

IDENTIFICAR EMOCIONES

Identificar emociones es clave para el correcto desarrollo del niño durante toda su infancia.

Aprender a identificar las emociones no es tarea fácil en algunas ocasiones, es por ello ,que cuanto antes nos familiaricemos con ellas antes podremos actuar en consecuencia.

¿Se pueden modificar las emociones?
Decir que sí en una primer momento sería convertirse en Superman simplemente por desearlo, pero entrenar para poder modificarlas o más bien aceptarlas, sería como emprender el camino hacia un crecimiento personal.

Alegría y tristeza son las emociones que todos barajamos con buena destreza. Los niños también lo hacen desde muy temprano y las identifican con evidente soltura.

Ya cuando avanzamos y nos planteamos emociones como la nostalgia, el rencor o la rabia, ya incluso los adultos tenemos dificultades para identificarlas, ubicarlas y en consecuencia actuar sobre las mismas.

En los niños existen muchísimos libros https://rejuega.com/reflexiones-y-recursos/literatura-infantil/25-libros-sobre-emociones-y-sentimientos-para-ninos/que les hablan de las emociones y ponerlas en práctica con ciertos ejercicios hará que poco a poco las vayan identificando e incorporándolas a su vida.

Muchas no las presenciaran hacia muy avanzada edad y otras las visitarán en su día a día. Lo que está claro es que cuanto más adultos nos hacemos más ampliamos el rango emocional y al mismo tiempo se hace más dificultoso convivir con ellas y adaptarnos.

Será cuestión de ir identificándolas, sintiéndolas, asumiéndolas…por mucho que algunas no nos gusten. Aceptarlas será un primer paso para averiguar…¿Qué hago?

Y ya cuando nos planteemos esta pregunta será un gran paso que habremos dado en nuestro conocimiento y crecimiento personal.

LA PSICOLOGÍA DEL CORONAVIRUS

Durante estos días mucho se habla de la psicología del coronavirus y cómo prepararse para una incierta realidad.

Existen dos vivencias importantes: el que se queda en casa y el que debe ir a trabajar. Para cada una de ellas existe un factor en común: la ansiedad.

Estamos frente a algo desconocido que provoca unas consecuencias que nos son también desconocidas. Esto ya es un factor muy importante puesto que el ser humano aunque se adapta a una realidad cambiante, lo cierto es que prefiere mantener el control de todo aquello que le rodea y aquí, ya estamos perdiendo el control puesto que estamos frente a lo desconocido.

Cuando algo se nos impone rompe con nuestra estabilidad emocional y puede empezar un período de duelo, así que pasaremos por todas esas fases incluyendo la primera y más dura: negación.

En este caso debemos acelerar puesto que se trata de una realidad que adquiere una dinámica de cierta velocidad donde nuestra adaptación sólo puede hacer que favorecernos.

Lo  importante es establecer horarios definidos en nuestro día a día.

Los horarios, distribución de las actividades y organización de las mismas nos hace tener un cierto control sobre lo que hacemos.

Controlar la situación es precisamente lo que necesitamos y nuestra zona de confor, así que pautemos nuestras propias mediadas.

Respecto a los pensamientos negativos y de desconocimiento deberíamos intentar aplicar actividades de entretenimiento u ocio, así como en los casos más extremos técnicas de respiración y relajación.

Recordad siempre engañar a la mente para  que crea que todo está controlado y nunca dejar de hacer cosas que requieran concentración. Ganamos más si nos ponemos a ello que si nos dejamos rodear por pensamientos negativistas basados en ningún fundamento.

 

 

 

 

 

 

 

AGORAFOBIA

La agorafobia es aquel trastorno de ansiedad que conocemos como miedo a los espacios abiertos.https://www.ayudaenfermedadmental.com/ansiedad/

Probablemente al pensar en la situación que estamos ahora pueda parecer increíble que alguien prefiera quedarse en casa a salir a la calle, pero lo cierto es que la agorafobia comprende muchas cosas más.

Este trastorno de ansiedad se caracteriza por el miedo a la ansiedad, la cual aparece cuando nos sentimos acorralados, agobiados, atrapados o indefensos en ciertas situaciones.

Así, por ejemplo, coger algún medio de transporte o ir a un centro comercial repleto de gente o incluso cenar en un restaurante pueden ser consideradas acciones imposibles para la persona que padece agorafobia.

Existen personas que no pueden ni salir de casa.

En 1995 una película “Copycat” reflejaba el infierno de padecer una agorafobia tan dura que no te permitiera salir de casa.https://www.filmaffinity.com/es/film333537.html

La ansiedad puede aparecer en el momento de la exposición a la situación agobiante o bien estar presente ante pensamientos anticipatorios.

Estos días muchos expertos recomiendan que cuando cese el estado de alarma nos adentremos a la rutina de manera paulatina, ya que el miedo al contagio puede aparecer y ser más fuerte de lo que habíamos imaginado.https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-04-15/miedo-salir-casa-agorafobia-coronavirus_2545528/

Ante esta situación se recomienda exponerse gradualmente y trabajar aquellos pensamientos negativos e irracionales que nos puedan estar acechando.

El miedo es algo normal. La ansiedad también es algo normal, puesto que es la expresión de nuestro miedo. Es una emoción y debemos sentirla.

Nunca debemos huír, siempre hemos de dejarnos invadir por las emociones, por todas aunque las consideremos malas porque sólo así podrán ser superadas.

Si el miedo es poco podremos salir. Si el miedo te invade deberás pedir ayuda. En cualquier caso esto puede convertirse en un problema grave si lo dejas estar, ignorar o tapar, pero con ayuda siempre lo podrás superar.

 

 

 


 

 
 
 

 



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